¿Quién soy?
Soy Alejandra, la fundadora de Crotta. Nací en un pequeño pueblo llamado Ojo de Agua, en Santiago del Estero, pero crecí en un campo en la provincia de Córdoba.
Desde muy pequeña, mi pasión por las manualidades y el diseño me llevó a crear cosas con mis propias manos. A lo largo de los años, mis experiencias, desde la escuela hasta mis primeros trabajos, han moldeado mi camino emprendedor.
Crotta nació de un sueño que llevé conmigo desde la infancia. Siempre anhelé tener mi propio emprendimiento. Después de estudiar Diseño Textil y trabajar en distintos rubros relacionados, descubrí mi amor por la marroquinería. Así, un día que paseando por Güemes, me encontré con un grupo de músicos que me inspiraron a encontrar un nombre único: Crotta, un instrumento delicado y suave.
Gracias a la asesoría legal, pude patentar este nombre y darle vida a mi marca.
Creo firmemente en la belleza de lo hecho a mano y en la conexión emocional que se puede crear a través de los productos.
En Crotta, ofrezco marroquinería y alpargatas, diseñadas con amor y atención al detalle.
Cada pieza refleja mi pasión por el textil y la artesanía, ofreciendo a mis clientes productos únicos que transmiten ternura y cuidado.
Llevo más de diez años dedicándome a este maravilloso mundo de la marroquinería y la confección de alpargatas.
A lo largo de este tiempo, he aprendido a perfeccionar mis técnicas, explorando nuevos diseños y estilos que enamoran a mis clientes y me permiten seguir creciendo como emprendedora.
Aunque soy la única dueña y cabeza creativa de Crotta, cuento con un pequeño equipo de colaboradores que me ayudan a dar vida a mis ideas. Desde la costurera con la que trabajo en mi taller, hasta la profesional que me guía en el diseño, cada una de ellas aporta su talento y dedicación.
Juntas, hacemos posible que cada producto refleje el alma de Crotta.
Por esto quiero decirles que...